Estaba yo calculando que este tío de la foto, el que se escondía bajo el disfraz en presencia de mi niña hace seis años, debe dedicar más autógrafos en una hora que Espinosa, Punset y Sierra juntos en toda la diada de Sant Jordi. Eso sí: el pobre está obligado por contrato a no firmar con su nombre real. Tiene que poner “Pluto”, o sus pequeños fans podrían sufrir un trauma irreversible. Supongo que es el precio de la fama. Para que funcione, a menudo tienes que fingir que eres otro, el que los demás esperan que seas.
1San Pluto, mártir y famoso
