Por si acabáis de regresar de un planeta muy, muy lejano, y todavía no os habíais enterado, por fin se estrena “Chico&Rita”, la preciosa golosina visual y musical con la que Trueba, Mariscal y Tono han creado lo que parecía imposible: un estilo propio e inimitable de animación. Algo reservado hasta ahora al selecto club de los Pixar, Miyazaki y pocos más. Les ha costado seis años de trabajo, pero ha valido la pena.
En el preestreno hubo acalorados aplausos celebrando varios momentos: el accidente de coche, el sueño americano de Chico… Uno de los que más aplaudieron fue Pep Guardiola (lo tenía justo en la butaca de enfrente y doy fe de ello). Por mi parte tengo tantos momentos favoritos que no cabrían en este blog. Puestos a escoger uno, me quedo con el uso audaz de los primeros planos. Esos ganchos de izquierda visuales al espectador, que revelan de golpe el trazo grueso de los ojos, la nariz, los labios. En los primeros minutos te sorprende. Antes de darte cuenta, ya te has olvidado que estás viendo una peli de dibujos. Milagroso.
Sólo un último consejo: ya sé que todas las pelis están hechas para ser disfrutadas en un cine, pero “Chico&Rita” todavía más. Hacedme caso. Hay que verla en un pantallaco grande, lo más grande posible, y con ese pedazo de impecable banda sonora envolviendo como en un sueño esta clásica historia de amor para todos los públicos.
Ya me contaréis.
0