Me despierto con una idea de serie en la cabeza. Una mezcla de “Instinto Básico” + “Twin Peaks” + “Fringe”. Un detective especializado en casos paranormales sigue la pista de una asesina en serie (rubia, por supuesto) que posee un curioso método de asesinato: folla con sus víctimas y, en el momento del orgasmo, emite un chillido ultrasónico que les fríe el cerebro.
Me da el subidón típico del café de primera mañana y pienso: recórcholis, he aquí la semilla de la HBO española. La tele del futuro. La polla en vinagre.
Luego pongo la radio, me desnudo, me meto en la ducha y oigo lo del tijeretazo a la ley de dependencia de Rajoy.
Mierda.
Como de costumbre tendré que pensar otra idea.
También en asesinos en serie la realidad supera a la ficción.
(En la foto, el Lecter español en sus inicios)
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