Tema 1: Le dan el Nobel de literatura a alguien de nombre pronunciable y que, además, he leído. Esto es muy raro. A lo mejor representa el big bang de un nuevo mundo, y de pronto todo empieza a funcionar  al revés. Se trabajan dos días semanales y se follan cinco. Mourinho se vuelve agradable. Montilla rezuma carisma. El opio del bipartidismo  desaparece de la faz de la tierra. La 2 se convierte en un telebasurero público (con Belén Esteban full time, para gente que está fatal de la cabeza), mientras el resto de canales se pone a hacer tele de calidad… ¡Y no pasa nada! Aprovechando la ocasión, España sale a la calle a pedir la independencia de los catalanes.

Tema 2: el vecino de arriba ha salido de viaje y se ha olvidado el despertador conectado. Un pitido agudo e intermitente, un parsimonioso goteo electrónico, ha empezado a meterse en mi cerebro a las cinco y media de la madrugada, hace más de una hora. No sé cuánto pueden durar unas pilas de despertador. Es más: no sé cuánto pueden durar unas pilas de despertador embutidas a golpes de martillo en el esfínter anal de un vecino olvidadizo. Pero os juro que empiezo a plantearme la posibilidad de comprobarlo cuando el pavo regrese de viaje. A lo mejor gano el Nobel de física.

Seguiremos informando.