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La (pen) última adicción
De niño me enganché a las pegas. No a las blanditas y mojadas con sidral, como los otros niños, sino a las pegas negras, duras, amargas, a palo seco. Zara, creo que se llamaban. Ignoro si también las fabricaban en Vietnam para Amancio Ortega. Share
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Mr. Climate
Como todos, el oficio de guionista tiene su lado bueno y algunos que no tanto. Te duelen menos los riñones que si hicieras de picapedrero, por ejemplo. Pero, a cambio, muchos de tus esfuerzos no sirven para nada. Mi padre era carpintero, y puedo dar fe que la inmensa mayoría de las sillas que le…
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El hombre acelerado
Pasa el verano como un soplo y, de pronto, regreso a la normalidad. En mi lista de tareas más o menos urgentes, terminar el guión de una fantástica peli de animación, preparar unos sketches de muestra para un nuevo programa, coordinar la aventura que siempre representa una gala de premios en directo y, finalmente (parece…
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Horarios
Suelo despertarme temprano, muy temprano. Supongo que mi cuerpo se ha acostumbrado, y no me quejo. A las cinco de la madrugada es cuando se escribe más a gusto. No hay ruidos en la calle ni trajín de vecinos, sólo el roce de tus dedos sobre el teclado. Si no te concentras entonces no lo…
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Buenas y malas ideas
Siempre que recibo un nuevo encargo de guión, empiezo por tener una mala idea. No exactamente: es una idea cara. Para poder llevarse a la pantalla con garantías de éxito exigiría demasiadas horas de grabación, o de extras, o de decorados, o de efectos especiales (no siempre me excedo en el mismo punto, al ser …
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El fotógrafo
Una mañana se despertó pensando que necesitaba una buena cámara, no una de esas compactas para gente del montón sino una seria, grande, cuanto más mejor, una reflex de objetivos intercambiables. Así que entró en internet y estuvo informándose de marcas y modelos. Share
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El odio justificado
Visito a mi madre en el área de salud mental del Hospital de Mataró. Es un poco “Shutter Island” sin Scorsese: guardia en la entrada, videportero, pacientes con la mirada perdida. Mi madre está mucho mejor. Me siento a su lado y charlamos. A su izquierda hay una joven musulmana de aspecto muy dulce. Sonríe…
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Mi padre, mi maestro
Ayer mi padre salió de la ducha y murmuró: “Hoy me ha costado mucho vestirme.” Lo había hecho completamente al revés: llevaba las zapatillas cambiadas de pie, y los calzoncillos y la camiseta por encima de los pantalones y de la camisa. Yo estaba allí y me dio mucha pena, una pena difícil de describir, …
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La risa
Esta noche (hace unas pocas horas) he intentado leerles un cuento a Nana y a Alba. No uno de mis cuentos sino uno bueno, estupendo: “La vida gris”, el que arranca el volumen recopilatorio “La palabra del mudo”, de Julio Ramón Ribeyro. Basa su perfección en un tono conciso y triste, que desde la primera…
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Los que no existen
Contemplo a Natalie Portman atendiendo a los fans en la Mostra de Venecia y pienso: menos mal que es una de ellos. Si no, algo me impulsaría a coger el primer vuelo a la ciudad de los canales, averiguaría en qué hotel se aloja, la esperaría durante horas oculto tras una yuca del hall y,…